En el remoto pueblo de Córdoba, ubicado en una región montañosa y enigmática de América del Sur, se contaba la leyenda de "La Mulata de Córdoba". La historia se transmitía de boca en boca, y aunque algunos aseguraban que era solo una invención para asustar a los niños, otros creían firmemente en su existencia.
El capitán, sin embargo, estaba casado con una mujer adinerada y respetada de la ciudad, por lo que su amor por la mulata debía mantenerse en secreto. Los encuentros furtivos entre la mulata y el capitán se volvieron más frecuentes, y el amor prohibido los consumía por dentro.
Un día, la esposa del capitán sospechó de la infidelidad de su marido y, en un arrebato de celos, contrató a un grupo de matones para que atraparan a la mulata y la llevaran al bosque, lejos del pueblo. La mujer, asustada y desesperada, fue llevada al corazón de la espesura, donde la luna brillaba débilmente entre las sombras de los árboles.
Los matones, con crueldad en sus corazones, acusaron a la mulata de brujería y la condenaron a morir. Ella rogó por su vida, jurando que solo amaba al capitán, pero sus súplicas cayeron en oídos sordos. La ataron a un árbol y la dejaron allí, abandonada a su suerte en medio de la noche.
La mulata, con lágrimas en los ojos y su corazón destrozado, pronunció una maldición antes de morir. Juró que su alma atormentada vagaría por el bosque por toda la eternidad, buscando venganza contra todos aquellos que le habían causado daño y llevándose consigo a aquellos que intentaran dañar a los demás.
Desde ese día, se dice que la Mulata de Córdoba aparece en las noches oscuras del bosque, susurra su lamento y su maldición, y acecha a quienes se aventuran en el lugar. Se dice que quien la ve o escucha sus lamentos está destinado a enfrentar la desgracia o incluso la muerte.
Aunque algunos dicen que es solo un cuento de terror para asustar a los más jóvenes, otros aseguran haberla visto o escuchado su llanto en las noches de luna llena. La leyenda de la Mulata de Córdoba sigue viva en el corazón del pueblo, manteniendo viva la tradición y el misterio que rodea a esta enigmática figura.
Se decía que hace muchos años, en la época de la colonia, vivía una hermosa mujer mulata en una pequeña choza al borde del bosque. Su piel oscura y sus ojos grandes y brillantes atraían a todos los hombres del pueblo, pero ella siempre rechazaba a sus pretendientes, ya que su corazón pertenecía a un joven y apuesto capitán del ejército colonia
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